Todo trabajo implica riesgos laborales, que pueden dar lugar a accidentes de trabajo o enfermedades profesionales. Vigilar la salud de nuestros pacientes, de nuestros trabajadores y la nuestra es un derecho y un deber al que nos enfrentamos día a día.

En este artículo vamos a hacer un repaso de aquellos aspectos más relevantes que por hábito podemos descuidar y que afectan de manera directa a nuestra salud y cómo poder evitarlos o disminuir su riesgo.

 

Riesgos Físicos

Son aquellos que se producen por el uso de las instalaciones de la clínica y su equipamiento ya que el uso de algunos aparatos o las malas posturas a la hora de trabajar pueden provocar lesiones o contracturas. Otros riesgos físicos son aquellos provocados por la exposición de Rayos X y Rayos ionizantes, una mala iluminación, o el uso del láser.


Riesgos Químicos

En la clínica dental se utilizan muchos productos químicos que con un mal uso o un mal cuidado son peligrosos para la salud. Algunos de estos productos son los antisépticos, anestesias o el mercurio.


Riesgos Biológicos 

Son aquellos que pueden darse al estar en contacto con sangre y fluidos orgánicos potencialmente infecciosos ya que cuentan con la capacidad de transmitir bacterias y virus pudiendo así ocurrir una contaminación cruzada.


Riesgos por sobrecarga de trabajo y mental

Debido a las largas jornadas de trabajo y a la toma de decisiones es muy común que los odontólogos se sobrecarguen mentalmente debido a la responsabilidad que tiene su puesto de trabajo.

1. Utilizar vestimenta protectora y barreras aislantes.


2. La esterilización, mediante  el correspondiente protocolo actualizado, del material, equipo y el tratamiento de residuos adecuado es fundamental para la seguridad tanto de pacientes como de profesionales.


3. Recuerda estar al día con las vacunas frente a la hepatitis B y revisemos nuestro título de anticuerpos para verificar el nivel de protección.


4. No olvides la utilización de guantes, mascarillas y gafas apropiados, además de una correcta posición del paciente para evitar otras infecciones víricas como puede ser resfriados, gripe, mononucleosis infecciosa, tuberculosis, etc…


5. El uso de rayos X deberá estar justificado, lo realizaremos con la menor dosis posible, lo más alejados posible del foco y protegidos. Recordad que existen otros métodos para la detección de caries sin necesidad de usar rayos X.

 6. La lámpara halógena de polimerizar emite una luz azul que con los años puede causar daños en la retina, para evitarlo la utilizaremos sin mirarla directamente y usaremos filtros naranjas.

7. Es muy importante adquirir un hábito de trabajo con posturas adecuadas para evitar lesiones como síndrome del túnel carpiano, lumbalgias, tendinitis en hombros… entre otras que además son agravadas por el estrés laboral